Marlene Sánchez: «Sabemos que hay una oportunidad en la industria donde Chile es líder mundial y aprovecharla en su real magnitud requiere de esfuerzos compartidos”
Con este desafío por delante, el Programa de Clúster Minero, dirigido por Marlene Sánchez, Directora Ejecutiva del Comité de Desarrollo Productivo Regional de Antofagasta (CDPR), estableció cuatro pilares considerados fundamentales
Con este desafío por delante, el Programa de Clúster Minero, dirigido por Marlene Sánchez, Directora Ejecutiva del Comité de Desarrollo Productivo Regional de Antofagasta (CDPR), estableció cuatro pilares considerados fundamentales para llevar a la región y al país avanzar en una minería virtuosa: Encadenamiento con la Industria, Emprendimientos Tecnológicos, Servicios Tecnológicos de I+D y Formación de Capital Humano.
¿Cuál es la importancia de haber desarrollado un Roadmap Minero para la Región de Antofagasta?
El Roadmap nos permitió identificar las capacidades regionales para tomar una posición protagónica en el desarrollo industrial minero y construir una visión de largo plazo desafiante entre los agentes industriales, públicos y privados, y la academia. También focalizar nuestros esfuerzos, encontrar espacios de colaboración entre Alta Ley y Valor Minero y con ello coordinarnos con perspectiva de largo plazo.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la industria minera en la región?
El principal desafío es pasar de un modelo de desarrollo industrial, que cuenta con una base de proveedores altamente competitivos en eficiencia operacional, a un desarrollo industrial, que cuente con proveedores estratégicos para abordar el mercado mundial de la Minería. De ahí que los lineamientos del Programa Clúster Minero de la Región de Antofagasta son: Encadenamiento con la Industria, Emprendimientos Tecnológicos, Servicios Tecnológicos de I+D y Formación de Capital Humano. Consideramos que estos cuatro pilares permitirán a la región y con ello al país avanzar en una minería virtuosa, con un modelo de negocios inclusivo hacia las comunidades y sus territorios, fomentadora de un constante perfeccionamiento del capital humano de estándar internacional, y con una Gobernanza que dé estabilidad a procesos que se inicien en este Gobierno y los que proyecte al menos a 30 años más.
¿Cómo ha ido avanzando la implementación de esta Hoja de Ruta?
El trabajo ya realizado en estos años ha permitido desde 2014 a 2016 movilizar importantes recursos económicos asociados al Programa de Especialización Inteligente Clúster Minero. Hablamos de $35.260.327.747, resultado del trabajo en alianzas público-privadas que consideran proyectos de innovación, de atracción de inversiones, fomento de la actividad productiva y desarrollo de I+D. La proporción de recursos públicos-privados es de 1:4, es decir por cada peso público que se han movilizado en la región como resultado de los primeros proyectos que nacen en razón de esta estrategia, se han invertido 4 pesos privados.
Esperamos, en el largo plazo, consolidar la posición regional definida en el Clúster, “Región de Antofagasta, líder en Innovación Minera”. Creemos que ciertamente es posible no sólo por nuestras evidentes ventajas competitivas y comparativas, sino que además porque esta región es piloto en el proceso de descentralización. Esto significa que, desde octubre de 2015, la industria, en conjunto con las autoridades regionales, puede tomar definiciones de desarrollo en virtud de las capacidades traspasadas en fomento e industria, que han implicado la descentralización de CORFO y en el mediano plazo se extenderán esas capacidades regionales transfiriéndole la decisión a los Gobiernos regionales en materias de infraestructura, vivienda y desarrollo social.
¿De qué manera el Roadmap, diseñado por el programa Alta Ley, contribuye a los desafíos que enfrenta la región?
Alta Ley es un socio estratégico para llevar a cabo con éxito nuestro Programa Clúster Minero, hay espacios entre ambos de colaboración fundamentales, por ejemplo, determinar y fijar inversiones en Espacios de Prueba y Pilotaje de Innovaciones hacia la industria, llevar adelante la plataforma abierta de proveedores innovadores, la formación de capital humano, entre otros. Esto, sumado a la participación de ambos presidentes de los Directorios de los Programas, permitirá que tengamos una coordinación efectiva y con ello que las cosas sucedan en oportunidad y calidad.
¿Cuáles son los frutos que espera de este trabajo para los próximos tres años?
En primer lugar es necesario generar en la Región capacidades institucionales que permitan sostener este Clúster Minero, que trascienda a los cambios de Gobierno, y se base en indicadores concretos de resultados hacia los agentes directos de la industria minera participante, sin olvidar dar cuenta pública a la comunidad regional y nacional. Hablamos de una gobernanza, que sirva para desarrollar negocios y los proyecte, pero también visualice al sector minero y sus aportes más allá de la misma industria, terminar con “la maldición de los recursos naturales”. Es una Gobernanza que debemos construir de forma sólida y autosustentable. Luego, en paralelo, debemos esforzarnos en consolidar ciertas alianzas estratégicas que nos permitan no replicar esfuerzos sino más bien potenciarlos.
El Clúster busca posicionar a la Región como líder en innovación Minera porque pensamos en largo plazo y en mercados mundiales y eso requiere alianzas más allá de nuestras fronteras y éstas a su vez deben ser efectivas al desafío. En el corto plazo esperamos disponer de un espacio de prueba y pilotaje que nos de coherencia con el esfuerzo que a diario esta Región hace con sus pymes para innovar. El crecimiento que ha tenido la PYME en el uso de la Ley de Incentivo Tributario del 2013 al 2015, nos habla que hemos avanzado de casi 3 mil millones de pesos anuales a 5.700 millones de pesos a esta fecha y seguirá creciendo, pero estas innovaciones, que responden a desafíos concretos de las operaciones mineras presentes en la Región y con potencial de exportar, no pueden escalar sino se cuenta con espacios a escala real para pilotear y experimentar. Por otro lado las universidades regionales y nacionales también requieren un punto físico de encuentro para probar sus innovaciones a escala real. En concreto, hoy existe interés regional en disponer como infraestructura a la industria y a la sociedad de un espacio logre no solo pilotear innovación industrial, sino también innovación social, la cual facilita bastante la conversación temprana con el territorio de las virtudes de la minería y sus implicancias en la vida cotidiana.